miércoles, 3 de abril de 2013

JOSÉ ANTONIO MOLINA, UNA VIDA CORRIENDO



Chema Martínez, José Luis Blanco, José Antonio Molina y  Juan Carlos de la Osa en plena carrera
Me permito transcribir la carta de mi querido atleta y amigo José tras una dura decisión:



Hoy quiero daros a conocer una decisión dificil, tomada por un sentimiento que me
persigue en los últimos meses.
Tras mucho tiempo pensando y pensando, y he ahí la cuestión, pensando, he decidido
dar un paso al frente y tomar una decisión apelando a la lógica que yo siempre he
empleado a la hora de poder explicar emociones y sentimientos en cuanto a mi deporte, el
atletismo.
Hoy me despido de la alta competición, del alto entrenamiento, de aquello que llevo
haciendo desde hace quince maravillosos años y los motivos son tan lógicos como la falta
de ilusión, esto es algo que siento por primera vez y a pesar de no querer reconocerlo
todo este tiempo me obliga y me tranquiliza reconocerlo.
Dejo atrás momentos inolvidables, un sin fín de emociones, de lucha y sufrimiento, de
soledad, de compañerismo, de viajes y ciudades visitadas, de kilometros, de noches de
hotel, de barro en la suela de las zapatillas, de dorsales firmados, de pistas de tartán, de
equipaciones vestidas, de momentos amargos, de decisiones dificiles, de ligas de clubes,
de lesiones, de hormigueo la noche de antes, de nervios en camara de llamada, de risas,
de sueños bajo los asientos del autobús,... y lo más importante, de compañeros y
compañeras, de grandes amigos, los mejores, de gente que me ha apoyado, que me ha
acompañado en cada momento, de personas increibles, de toda una forma de vida.
Con 14 años corrí mi primera carrera, fue el campeonato regional escolar en Alhama de
Murcia, acababa de pisar una pista de tartán por primera vez, yo, mi camiseta de tirantes
(de las que se usaban bajo la ropa) y mis zapatillas lisas de fútbol sala corrieron mil
metros lisos en tres minutos y ocho segundos para proclamarme campeón regional y
recibir la medalla por parte de Antonio Peñalver, el subcampeón olimpico en Barcelona
92' de pruebas combinadas y natural de la localidad alhameña. Ahí comenzó mi carrera...
Mi inicio en este deporte se lo debo a mis profesores de Educación Física del colegio
Cervantes de Caravaca de la Cruz, Joaquín Pellicer y Lázaro Amor Sandoval, éste último
mi primer entrenador hasta la categoría juvenil en la escuela de atletismo caravaqueña.
Con Lazaro Amor me colgué las primeras medallas como campeón regional de pista
como de campo a través y además sentí la emoción de acudir a mi primer campeonato de
España de pista cubierta, allá por el año 2000 en San Sebastián, en la prueba de mil
metros como no podía ser de otra manera, dos minutos y cuarenta y dos segundos
valieron mi presencia en ese campeonato. No pasé de semifinales, ni siquiera sabía
correr en esa pista tan pequeña, pero guardo un recuerdo fantástico de ese fin de
semana, de mi primer viaje en tren, de la visita en carnaval por aquella ciudad, de las
grabaciones con esa cámara de video tan grande en la inmensa playa de la “Concha”...
Al año siguiente cambié de club, decidí formar parte del mejor equipo juvenil de nuestra
comunidad, junto con con José Antonio Campos de Alcantarilla, Jeronimo García de
Totana y Roberto de Murcia participamos en el Campeonato de España de Campo a
Través en Salamanca consiguiendo nada más y nada menos que la cuarta posición, a
menos de diez puntos del podium, ese día mis compañeros y yo hicimos una carrera
formidable junto a nuestro entrenador por aquel entonces, el gran David Sánchez
Romero. Qué recuerdos, que buen viaje. En carrera Roberto hizo sobre el puesto sesenta,
Jeronimo el décimo séptimo y Cámpos el décimo sexto si no recuerdo mal, yo fui octavo
clasificado. Ese mismo verano tanto Campos como yo hicimos mínima para el cinco mil y
hasta Monzón nos marchamos para participar en el nacional, y otra vez ese cuarto, un
puesto con sabor a gloria pero que con el paso del tiempo he coleccionado y acariciado el
podium. Nos marchamos a falta de dos vueltas cuatro atletas pero a falta de doscientos
metros se agotaron mis fuerzas, en cualquier caso fue un buen año juvenil.
Ya en junior, tras un primer año desastroso me planto en el segundo de la categoría con
dieciocho años en el que fue el mejor año de mi vida deportiva, el año 2003. Ahora
entrenaba con Alfonso Martínez Ruiz, mi entrenador hasta el día de hoy, con el que he
aprendido todo lo que se, para mí, el mejor entrenador que tenemos en Murcia.
De ese año podría destacar todo, pero sobretodo los podiums conseguidos en
Alcobendas, Yecla, Toledo, Quintanar... un cuarto en Italica, y sobretodo la medalla en la
pista cubierta de Oviedo, bronce en 3000m lisos del Campeonato de España junior, con
8'32”. Como anécdota curiosa recordar la primera llamada que hice tras la carrera a mi
padre y que no comprendió bien a través del telefono lo que le comentaba: “Papá, he sido
bronce”, y el me respondía: “¿que has quedado el once?, está muy bien Jose”...
Días después acudí por invitación de la Federación Española a Ortuella (Pais Vasco) para
disputar el Campeonato nacional de Campo a Través por clubes, ya que mi equipo no se
había clasificado. Un viaje maravilloso junto al club de atletismo de Calasparra. Esa
mañana de madrugada cuando partí en ese autobús repleto de padres, madres y
familiares de los cinco componentes del club calasparreño recuerdo que no conocía a
nadie y que la soledad se hacía dueña de mí, sin embargo conforme se hacían paradas
de descanso durante el viaje fuí conociendo a los chicos con los que al final entablé una
gran amistad, y como no con su entrenador, el cual meses después me envió una carta
felicitandome por mi comportamiento y mis logros conseguidos, al que le estoy muy
agradecido por el detalle que tuvo conmigo. Pasamos un fin de semana estupendo en
Santander, y la competición no pudo ir mejor, ¿sabeis que puesto conseguí?, si, otro
cuarto. A falta de quinientos metros marchando en cuarto lugar recien rebasado por el
tercer clasificado me equivoque y perdí mi posición en detrimento del atleta madrileño y
gran amigo Francisco Bachiller, inmediatamente salté una cinta que delimitaba el circuito
para en el esprint final volver a ocupar la cuarta plaza.
A la semana posterior apareció mi nombre en la lista de preseleccionados para formar
parte de la selección española de cross para disputar el Mundial en Suiza. Todo dependia
del puesto que consiguiera en Ibiza en el nacional, debía de entrar entre los seis primeros.
Os podeis imaginar con que nervios y responsabilidad añadida viví ese campeonato.
Desde Dénia partimos en ferri hasta la isla todos los componentes de la selección de
Murcia, y yo acompañado también por mi compañero y amigo caravaqueño Juan “Dimas”
quien tras un año repleto de entrenamientos codo con codo no queria perderse uno de los
días más importantes de mi carrera. Recuerdo cada momento de esa carrera, la salida
fuerte donde me coloqué en el grupo de cabeza el que se componía de unos quince
atletas, pero antes de la primera vuelta se dividió marchando por delante el grupo de los
favoritos con siete atletas, y yo no podía ser séptimo, o mis opciones de clasificación se
diluirían, así que apreté los dientes y aguanté hasta el final siendo sexto clasificado en
línea de meta. Una semana después se confirmaba mi participación en el Campeonato
del Mundo, donde la lista de salida de las categorías junior y senior las publicaba el diario
marca, el cual conservo como tantos otros recortes de prensa locales y regionales que
dedicaron parte de la información a mis resultados esa temporada.
La mejor experiencia que he vivido puedo decir sin duda alguna que fue lograda los días
de convivencia tanto en Madrid como en Laussane (Suiza) durante el plan de viaje del
campeonato.
Llegue a Madrid un miércoles en tren desde Calasparra acompañado por mi padre y
hermano y me instalé en el hotel Whasington en la Gran Vía un día lluvioso, nada más
llegar subi a la habitación que compartía con Sergio Gallardo, dejé las maletas y me bajé
a buscar como ir a la Federación Española de Atletismo para recoger la ropa oficial. Salí
en busca de un taxi y una vez allí conocí a mis compañeros de la selección junior,
Alejandro Gonzalez (Zamora), Joaquín Carlús y Marc Roig (Cataluña), Francisco España,
hermano de Jeús España (Madrid) y Arkaitz Nogales (Pais Vasco), mi compañero de
habitación en Suiza y gran amigo. Mi viaje desde Madrid a Ginebra en el avión lo
compartía con las selecciones senior del cross corto y largo ya que mi combinación de
viaje por venir desde Murcia hacía que no pudiera viajar con los componentes de las
selecciones junior, lo que hizo que esa mañana desayunara en la mesa con Luisa
Larraga, que en el viaje me sentara junto a Alberto García y Fabian Roncero, con el cual
aún conservo la amistad. Os podeis imaginar el viaje que pude vivir junto a los atletas mas
importantes de mi pais y mis referencias en este deporte.
Los días en Laussane fueron increibles. El primer día tocaban novatadas para los
debutantes en el campeonato, senior y junior y el jefe de ceremonias era José Luis
Blanco. Tuvimos que cenar vestidos de romanos y para eso nos liamos las sábanas del
hotel por el cuerpo y nos colgamos unas ramas de alguna planta por la cabeza, menuda
cena y menudas risas.
Compartíamos hotel con otras selecciones como Estados Unidos o Etiopía donde pude
pedir un autógrafo al gran Kenenisa Bekele en el comedor.
La carrera para olvidar, nunca fui consciente de donde estaba ni de lo que hacía y hasta
perdí la zapatilla, al final tuve que abandonar, decisión de la que me consoló un gran
atleta y mejor persona como es Chema Martínez.
Ese año conseguí dos records regionales, el de cinco mil con 14'54” y el de media
maratón con 1h15'00. En el nacional de verano de pista fuí octavo clasificado.
Además fui galardonado como mejor deportista caravaqueño por primrea vez.
También se me otorgó el emblema de Caravaca de la Cruz por ser el primer Caravaqueño
y Murciano en disputar un mundial de Campo a Través con la selección española, por lo
que me siento muy orgulloso ya que es un honor poder recibir ese galardón de mi ciudad.
En categoría promesa complete los tres años en Campo a Través de manera esplendida,
siendo noveno clasificado de primera año, campeonato que ganó Javier López seguido de
Sergio Sánchez al esprint en Santiago de Compostela, al siguiente año en Toro (Zamora)
volví a lograr un cuarto puesto, y en mi tercer año en Asturias fuí octavo clasificado.
Respecto a la pista, en invierno en tres mil metros fui finalista siempre, entre el séptimo y
octavo puesto y en verano en la prueba de cinco mil metros rondaba los mismos puestos.
Fué en el Campeonato de España de medio maratón en Santander donde conseguí la
victoria en promesa la cual me sirvió para ser nombrado de nuevo mejor deportista
caravaqueño. Ese año hice el record promesa de tres mil metros con 8'28”00 corriendo en
solitario toda la carrera. También recuerdo de mi etapa promesa la concentración nacional
en Benicasim en semana santa donde fueron unos días espectaculares, los
entrenamientos en el campo de golf, en la playa, la fiesta de despedida el sábado noche...
y las camaras de Televisión Española que nos grabaron cada día para el programa de
La2 “Escuela del Deporte” que posteriormente se emitió y que conservo grabado.
Ya de senior los entrenamientos fueron decayendo, y las competiciones venidas a menos,
y si he de recordar algún campeonato por algún puesto importante será el de cross corto
senior disputado en Jerez en el hipodromo donde a falta de 500 metros iba entre los doce
o trece mejores atletas y que finalmente ocupé el puesto veinte y cinco mas o menos en
una carrera de gran nivel que ganó Nacho Cáceres si no recuerdo mal.
En fín, ese es un poco por encima mi paso por el atletismo hasta mis veinte y ocho años.
Quince años corriendo.
Quiero decir que no me despido del atletismo ya que mi vida siempre estará ligada a esto
tan maravilloso pero ahora de otra forma, desde la parte de monitor, entrenador o técnico.
Siento que es lo que quiero hacer y es lo que me llena hoy en día.
Y por último y ya para acabar, dar las gracias por dejarme formar parte de este gran
deporte a todas las personas que lo han hecho posible, a cada uno de mis compañeros
en cada carrera, en cada campeonato, en cada selección, en cada club. A Lazaro Amor
Sandoval, por ser la primera persona que puso en mi cabeza la palabra “atletismo”, aun
recuerdo los viajes en su coche a los campeonatos regionales y los entrenamientos en la
pista de tierra de Caravaca, mi primer equipo nunca se olvida...
A David Sánchez Romero. Gracias por cada plan de entrenamiento que me enviabas por
fax y esas líneas de motivación que escribias al final de todo, por cada llamada de
telefono cada viernes noche donde te interesabas por mi, por cada competición a tu lado.
He aprendido mucho de tí como atleta, como persona y como entrenador.
A Francisco Fernández Torralba, “Paco el cartero” gracias por ser la persona que trato de
hacerme ver por primera vez que podía dirigir a un grupo de niños y niñas en este
deporte, y por enseñarme muchos valores en la vida y en el atletismo.
A Alfonso Martínez Ruiz, podría decirse mi entrenador de toda la vida, con el que he
pasado mi etapa más destacada. Gracias por tu paciencia, por tu trabajo, por tu
seguimiento, por tus consejos tan valiosos, contigo he aprendido todo, me has
demostrado ser un entrenador que cuida a sus atletas por encima de todo, para mi eres el
mejor.
Y agradecer de corazon a mi familia, a mis padres, por sacrificarse cada fin de semana
para llevarme a cada competición y por sufrir conmigo cada uno de los momentos dificiles.
Sin vuestro apoyo todo esto no habría sido posible. A mi abuela “cacuca”, por creer en mi
siempre. Siempre quise dedicarle la mejor de mis carreras y por eso todo esto es para
ella, MUCHAS GRACIAS.

 José Antonio Molina Fernández.   Miércoles 03 de abril de 2013

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